22 de noviembre de 2012

18 de noviembre de 2012

El tiempo se para, el aire no corre

Y tu piel es blanca como esta mañana de Enero demasiado hermosa como para ir a trabajar. Sin pestañear hablamos con el jefe un cuento chino y, como niños, nos volvemos a acostar. Se supone que debía ser fácil. Tienes frió? Pero a veces es un poco difícil. Perdón. Suerte que tu te ríes y no te enfadas por que eres lista y menos egoísta que yo. Todavía tienes frió? Bueno, cierra los ojos un minuto que te llevo a un lugar. 
Imagina un calita, yo te sirvo una clara. Es verano y el sol luce, es la costa catalana. Estamos tranquilos, como anestesiados. Después del gazpacho nos quedamos dormidos viendo el Tour de Francia en la típica etapa donde Lanca gana imponiéndose sprint con un segundo de ventaja en el ultimo suspiro colgándose a sus hombros el maillot amarillo. De nuevo al chiringuito, un bañito, un helado de pistacho y un partido al futbolín. Lanzamos unos frisbis, jugamos a las cartas y acabamos cenando sardinas y ensalada. Bebemos, dorados. Hablamos, callados. La luna, la sal, tus labios mojados. Me entra sed y pido una copa y España gana la Eurocopa.   
Pero nos da igual. Subimos a casa, hacemos el amor y sudamos tanto que nos deshidratamos. El tiempo se para, el aire no corre. Mosquitos volando y grillos cantando y tu a mi lado muriendo del sueño. Cansada, contenta, me pides un cuento y yo te lo cuento, mas bien me lo invento. Te explico que hay un niño que cruzo el universo montado en un burro con ala de plata buscando una estrella llamada Renata que bailaba salsa con un asteroide llamado Juliano Rodriguez de Malta. Malvado, engreído  traidor y forajido. Conocido bandido de la vía láctea por verdes estrella independientes a multinacionales semiespaciales. Y te duermes. 

Vivan las noches. El sol, la sal  en tus labios. 

Al principio. como siempre, dormimos abrazados y cuando ya suspiras me retiro a mi espacio. Me gusta dormir solo a tu lado en la cama, de esta cama ahora repleta de mantas en esta mañana fría y congelada.